Autoretrato: Diego Érick Magaña

¿Soy?

Probablemente no sea,

probablemente sea lo que creo que no soy,

porque lo que creo que soy no es lo que creen que soy,

y si nadie cree que soy entonces ¿qué soy?

Seré, tal vez, aquello creado y compartido con mi interacción,

Aquella sensación mientras estuvo presente eso que los momentos me han y les han hecho creer, pensar y sentir que soy, incluso antes de que físicamente fuera,

La agunstiosa búsqueda de dos padres por un nombre,

la complicada elección éste,

la incontable cantidad de emociones cuando por él me han nombrado,

y este mismo número de razones o sin ellas, en quienes por él me nombraron,

Diego Érick,

Diego,

Érick,

Ése dicen que soy, lo que estos nombres generan en quienes a mi persona por ellos se refieren, lo que me generan cuando  quienes por ellos a mí se refieren,

Creo que no soy lo que creo que soy,

Por eso me conformaré con describir lo que creo que soy, con el riesgo de que esto no sea ni una parte de la realidad de lo que soy,

Un hijo, hermano, amigo, compañero,

¿Qué adjetivos? No me atrevería a escribir,

Pues no siempre me pueden definir,

¿Inseguro? Como se habrá aquí notado,

Aunque de facilidades la vida me ha dotado,

De la comida fanático,

Con mis parejas dramático,

Incómodo ante lo desconocido,

Y cuando pierdo, casi siempre un poco ardido.

Al amor veo con incredulidad,

Sin embargo creo mucho en la amistad,

Estudiante, cuando a la escuela voy,

Pues en mi casa nunca comprometido estoy,

De ideología política socialista,

Pero en el fondo quisiera una vida de revista,

Los deportes la pasión de mi vida se han ganado,

Aunque mi cuerpo de lesiones han llenado,

Trabajador, cuando el trabajo es exhibible,

Me acepto flojo, cuando mi trabajo es intangible.

Espiritual, si es que la situación lo amerita,

Porque católico sólo soy por mi abuelita.

LA RISA DEFINITIVAMENTE ES EL SENTIDO DE MI VIDA,

ESPECIALMENTE CUANDO ES POR ALGUIEN COMPARTIDA