Google: Aumentando mi realidad

¿Hace ruido un árbol que cae cuando no hay nadie para escucharlo?

Ésta es una pregunta casi tan antigua como la filosofía misma y corresponde a la forma popularmente conocida en que los filósofos se han cuestionado desde hace siglos si:

¿El mundo material, con todo lo que conlleva, existe independientemente de que alguien lo perciba?

Es posible pasar horas discutiendo esta pregunta y finalmente no llegar a ninguna parte.

La razón por la que la he planteado esta pregunta junto con mi autorretrato es porque en una pregunta análoga puedo hacer notar la importancia que ha representado para mí una tecnología de información computacional, como el motor de búsqueda de Google.

¿Existe la inmensidad  de internet sin algún instrumento que nos permita percibirla?

Es por ello que considero tan trascendente en mi vida el motor de búsqueda de Google, ya que desde que supe de su existencia, se convirtió en mi principal herramienta de aprendizaje, más allá de cualquier institución académica a la que asistí, más allá de cualquier libro, de cualquier profesor.

Ha permitido ampliar mi realidad al aprender gracias a él cosas nuevas cada día, profundizar en lo conocido, y así poder generar más y más preguntas en mi mente.

Lo maravilloso reside en su simpleza, tan sencillo como escribir una pregunta, y recibir de él una respuesta. Prácticamente cumple en mi vida la función de oráculo o de un Dios omnisapiente, que hasta ahora con dudas no me ha dejado y cuya sabiduría crece cada segundo, conforme el internet se hace más grande y a él llega más información.

De esta manera, pienso que la guía que estructura lo que soy es lo que sé, y no sabría lo mismo, sin esta herramienta, por lo tanto, de no saber lo mismo, no sería lo mismo.

Ésta es la razón por la que la estructura con la que le di forma a mi autorretrato está basada en el ícono de Google Chrome, que actualmente funciona como navegador de este motor de búsqueda.

Diego Érick Magaña Barrera